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El 13 de noviembre de 2007 al entonces vicejefe de Gabinete de la Nación lo asaltaron en Lomas y le dieron un brutal golpe que lo dejó tetrapléjico. Estuvo entre la vida y la muerte, pero eligió vivir y pudo recuperarse. Pese a las gravísimas lesiones, hoy se maneja en silla de ruedas y se comunica por una computadora con un sofisticado software que manipula con su mirada. Además, juró como diputado y sus agresores fueron juzgados.
El 13 de noviembre de 2007, la vida del diputado Jorge Rivas dio un giro de 180 grados. Hoy se cumplen dos años del brutal asalto por el que quedó tetrapléjico.
Una noche como hoy, Rivas, vecino de Temperley, y por entonces vicejefe de Gabinete de la Nación, había mantenido una reunión y de regreso a su casa paró en la farmacia ubicada en Oliden e Hipólito Yrigoyen. Allí, dos delincuentes lo golpearon en la cara y le robaron su Volkswagen Gol Country y un maletín. Instantes después fue auxiliado por vecinos que llamaron a una ambulancia que lo trasladó de urgencia al Hospital Gandulfo. Como consecuencia del brutal impacto con un elemento contundente, Rivas sufrió una fractura en el malar derecho, lo que derivó en una hemorragia cerebral que derivó en el cuadro de tretraplejia.
Luego de una extensa recuperación de más de un año, pudo movilizarse en una silla de ruedas y ahora se comunica por medio de una computadora que dirige con la mirada y cuyo sistema de software está conectado con los parlantes de la cámara que le permite traducir sus palabras.
En el transcurso de estos dos años, a Rivas lo visitaron innumerables personalidades del escenario político, entre ellos la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El momento, tal vez, de mayor emoción fue en mayo, cuando juró como diputado nacional, banca por la que fue electo en los comicios de 2007 y que no pudo asumir como consecuencia del ataque sufrido. Allí, su esposa Sandra Cozzo lo definió como “un ejemplo de vida”.
Hasta el día de hoy Rivas se desempeña como diputado nacional, comunicándose mediante su computadora. Presenta proyectos y tiene un amplio abanico con iniciativas de trabajo.
Rivas vivía, reconocido hincha de Temperley, solía frecuentar con sus hijos el estadio Beranger antes del episodio, algo que asegura, extraña.
El bálsamo para tanto dolor llega con la Justicia. En octubre el Tribunal Oral en lo Criminal 10 de Lomas de Zamora, integrado por los jueces José Ignacio Polizza, Daniel Julio Spinelli y Susana Silvestrini condenó a Darío José Rolando Ojeda a la pena única de 12 años y 6 meses de prisión, acusado del delito de "robo calificado por causar lesiones gravísimas". Lo cierto es que fue condenado a seis años y diez meses de prisión, pero la sentencia se unificó con otra anterior.
Respecto del otro detenido, identificado por las fuentes judiciales como Carlos Rubén Domínguez, el Tribunal se excusó de seguir entendiendo en la causa porque ya había emitido opinión en la condena de Ojeda. Por ese motivo, ordenó extraer copias del expediente para que sean otros jueces quienes lo juzguen.
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